jueves, 25 de febrero de 2016

Como vender a Pedro Alegría.


En las provincias estamos lejos de hacer política de manera científica para conocer de antemano variables que se dejan al corazón y por tanto provocan desconciertos y desaciertos, amarguras y depresiones, sinsabores que pudieron preverse.

En las altas esferas se sabe a ciencia cierta, porque la política es una ciencia, lo que acontece en cada segmento del mercado, cómo piensa, cuáles son sus preocupaciones y aspiraciones y también sus temores.
Es en base a ese conocimiento cabal, que se trazan las estrategias y hasta los discursos y por supuesto se hacen las inversiones. Se identifican las fortalezas y debilidades.

Pareciera como si en nuestra provincia se estuviera haciendo política de oídos, y en el caso específico de la senaduría, la más apetecida de las posiciones electivas por el poder que le confiere la carta magna, se estén obviando las herramientas científicas para determinar las posibilidades de uno y otro candidato.

Mi análisis presente sobre las  fortalezas de Pedro Alegría y como venderlo al mercado electoral, en virtud de que aprecio elementos que pudieran afectar sus aspiraciones.

Con mi periscopio por la lejanía, y con la vivencia de sus dos gestiones y mi amistad y familiaridad con Alegría, creo que su campaña debe concentrarse en la personalidad que proyecta y los logros de su gestión en el plano social.

Veo en las redes y en nuestras conversaciones con colegas de la prensa, un enfoque que considero desventajoso en la campaña de Alegría. Venderlo como el candidato del presidente.
Otro aspecto que considero nocivo a las posibilidades de éxito de Alegría, es el referente a la descalificación del incumbente como instrumento de campaña.
Vender a Pedro Alegría como el candidato del presidente, muy a pesar de su relación de amistad de larga data, es una navaja de doble filo. Nadie más cercano que Danilo y el “Profesor”, como le decía Danilo a Leonel, en el año 96 oficinas de Galerías Comerciales.
Si el presidente no se ve forzado a enviar más señales de las que ya ha enviado, pudiera quedar la percepción de que ciertamente apoyaba de alguna manera las aspiraciones de Pedro y este verse como un hombre bendecido, que lo es.
Si por el contrario, las acciones del gobierno empoderan a Carlos, la gente pudiera percibir que la campaña de Pedro le quiere meter gatos por liebre con el tema de Danilo y perder confianza. Esa sería  una pérdida irreparable para el presente y futuro de la carrera política de un hombre que se encuentra en la cúspide. Pedro goza de una bien ganada credibilidad, no la debe poner en juego.

Este punto es muy espinoso y supone riesgos innecesarios para la figura de Pedro, por lo que la campaña debe evitarlo como estrategia, por lo menos de manera pública.

Vender la idea de que hay que salir de Carlos porque  Ocoa merece un buen senador, es otro elemento que considero perjudicial, puesto que pudiera abrir un debate sobre la función legislativa, con el debate saldrían a la luz las estadísticas y con ellas los logros tangibles.

Pedro realizó una gran labor legislativa, principalmente en el plano de la división territorial de la provincia. La resolución de Provincia Ecoturistica, que luego Carlos enriqueció y posibilitó la llegada de recursos para que hoy tengamos todo un marco de desarrollo de esa industria. El proyecto CoraOcoa, que buscaba darle autonomía en el manejo de las aguas a la provincia, modelo que se aplica con éxito en varios puntos del país y que la falta de visión de los líderes locales impidió llevar a cabo.

Pero en este plano la discusión no es conveniente, pues la labor legislativa de Carlos ha sido más abarcadora y de mayor impacto en el desarrollo económico de la provincia, amén de su aporte al resto del país.
Desconocer además que,  fruto de las aspiraciones de Carlos y su posterior gestión, Ocoa ha avanzado en infraestructura, es pedirle a le gente que se haga la ciega, tapar el sol con un dedo.

En el 2010, el gobierno se mudó a San José de Ocoa. Había que cumplir el plan maestro que era ganar todas las provincias. Posterior a ello, pocas provincias han recibido la atención del ejecutivo, como la nuestra. Ocoa es hoy un pueblo con una proyección y una visión de futuro, que no tenía años atrás. Carlos ha sido un buen senador.

Argumentar el cambio de incumbente con el argumento de que Ocoa necesita una representación digna en el congreso, también es soslayar la capacidad de análisis de los Ocoeños. Es un profesional, poliglota, empresarialmente exitoso en varios campos, diplomático de estimable experiencia, no hay escándalos a su alrededor y está colocado entre los 5 senadores más productivos del país, además de dirigir comisiones importantes. No ha ido a dormir al congreso. Carlos ha representado nuestra provincia con dignidad.

Para vender a Pedro, hay que potenciar las características que lo diferencían de Carlos. Personalidad más jovial, accesible, facilidad para conectar con todas las clases sociales, humildad, sensibilidad humana y su capacidad de tolerancia.

También su obra social, sin caer en las comparaciones. La fundación y su aporte a la salud. El programa de medicamentos esenciales a bajo costo.  El programa diario de comida caliente a domicilio para envejecientes.  El programa de pisos de cemento y pintura de casas.


No hay que inventar el agua tibia. Son dos candidatos, ambos con fortalezas y debilidades. En otro artículo me atreveré a analizar otras variables que inclinan la balanza en uno u otro sentido.

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