Odonell Casado esta enfermo. Gracias a Dios no es una enfermedad que mate físicamente, y aunque se cura, no existe medicina casera ni de laboratorio para la misma.
El Odio es una enfermedad. Cuando albergamos tanto odio, somos ciegos para la virtud ajena. Somos amargados por los éxitos ajenos. Somos infelices aunque lo tengamos todo. El odio nos impide dar al Cesar lo que es de Cesar y a Dios lo que le pertenece. También nos impide perseguir nuestros sueños, pues vivimos y obramos con fijación en el Odio que profesamos por alguien o por algo.
La cura del Odio, se encuentra en el alma misma, en la reflexión, en la autocrítica. Ponerse en el lugar de los demás es una gran terapia. Preguntar o pedir orientación a personas que nos quieren bien. La madre, aunque nos justifica, nos da una guía extraordinaria de lo que debemos mejorar. Y sobre todo, pedir perdón, aceptar nuestros errores, cura el alma y por consiguiente el Odio.
Pedro Alegría, un buen senador, un buen representante para la provincia, que no nos avergonzó con escándalos de corrupción, de mal comportamiento, no andaba de barra en barra. Como hombre, aparente, elegante y adinerado no se aprovechó de la miseria de nuestras mujeres pobres pero hermosas. No fue el senador perfecto, no le corresponde serlo por que es humano.
Pero sus errores no son tales como para generar el Odio que le profesa Odonell. No de manera colectiva, si selectiva, eso es posible. Sus errores pueden ser de omisión, no de hechos. Esto esta sujeto a debate.
Que solo dio lo que le daban en el senado y que ese es dinero era del pueblo, aunque no es toda la verdad, digamos que sí, y de inmediato hagámonos la pregunta, ¿Los demás legisladores hicieron lo mismo?. Todos los legisladores tenían una fundación al servicio de su pueblo? Todos los legisladores invirtieron sus recursos en sus pueblos? Todos los legisladores manejaron esos recursos del pueblo con la transparencia de Pedro? Abusó de su poder humillando a la gente que no era de su partido? Y un largo etc.
La ambulancia que gestionó con su amigo Torres en Paterson, se gestionó con las mejores intenciones, sin politiquerías, pues cuando se solicitó no se estaba en campaña. Se solicitó con las mismas intenciones que se gestionó el camión compactador que aun está recogiendo basura después de varios años.
Se supone que Pedro pida una ambulancia en malas condiciones? No creo. Pero tampoco puede pedir que Paterson compre una ambulancia nueva para regalarla. Decir que llegó en malas condiciones es una ridiculez, pues fue sometida a chequeo antes de salir de Paterson. Que se dañara en el camino no lo dudo, pero seguro que nadie querría que eso pasara, solo sus enemigos, que son ello se convierten en enemigos de su propio pueblo.
Pedro gestionó y donó esa ambulancia en su condición de senador, ya no lo es. Corresponde a los responsables de su cuidado, mantenerla en buenas condiciones, y si eso es muy costoso, entregarla a una institución que pueda con ella, buscar ayuda y ser gestionario, en la comunidad, con las autoridades, con instituciones gubernamentales o privadas, como enseñó el padre Quinn.
Endilgarle a Pedro la culpa de que este dañada. Pedirle que le de seguimiento y mantenimiento. Vender la idea de que entregó algo inservible, es solo el fruto del Odio que Odonell le tiene a Pedro y es al mismo tiempo otra ridiculez de Odonell, para quien Pedro nunca ha hecho nada bien.
Me temo que algunos virus que tenemos dentro del PLD en Ocoa, lo ayudaron a enfermarse, gente mediocre y sin talento, que se aprovecha de las virtudes ajenas, como las de Odonell, que fuera de su odio a Pedro, es un joven talentoso y útil.
Es hora de pedir a las autoridades que empiecen a cumplir con sus promesas y pedirle a Dios que los ayude a cumplir, pues Ocoa sería el beneficiado. Es hora de desearle de manera sincera que lo hagan bien, querer lo contrario perjudica a Ocoa. Es hora de olvidar su pésima hoja de servicio en su pueblo y ofrecerle colaboración, aunque sea con las críticas bien intencionadas. Es hora de dejar atrás el Odio y trabajar juntos por el mismo objetivo.