UN ACUERDO PARA EL DESARROLLO. (1)

Sobre que base debemos proyectar el futuro de nuestro pueblo? Igual que una buena parte del país, San José de Ocoa tiene muchas necesidades, de toda índole.

Una de las principales necesidades y para la cual no tenemos que esperar una solución gubernamental, es la unificación de todos nuestros hombres y mujeres en torno a la elaboración de un plan de desarrollo a mediano y largo plazo.

Parece sencillo, juntar la gente por organización o por comunidad, escuchar su visión de futuro y sus aspiraciones, crear líneas generales, avocarnos a su discusión, elaborar conclusiones, elaborar el plan de acción y ejecutarlo.

Sin embargo, no es sencillo. La falta de interlocutores creíbles, de líderes imparciales que gocen del respeto de las mayorías, de instituciones con vocación de servicio desinteresado, así como otros elementos subjetivos, hace casi imposible emprender dicha empresa.

En virtud de lo señalado, elaborar un plan de desarrollo no es difícil, lo difícil es ponerlo en práctica. Sumémosle el hecho de que los hombres y mujeres que guardan con recelo su honorabilidad, le huyen a los compromisos públicos como el diablo a la cruz, y no es para menos. En nuestro pueblo, como en el país, el que se liga de algún modo a la política, pierde su honra.

Es una lastima. Tener que admitir que falta confianza y credibilidad entre nosotros para trabajar en busca del bien común. Y decirlo, para muchos es más que una afrenta por que pone de manifiesto una situación que toca a todos y donde nadie es responsable, pero debemos hablar del tema con franqueza.

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